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El Valle de Cochamo

Este lugar es mágico. Jon, mi padre, me trajo a este hermoso lugar por primera vez hace ya mas de 10 años. Hemos regresado muchas veces para contemplar y compartir con amigos las gigantes murallas de granito que se asoman de lo alto creando un escarpado valle con caídas de aguas, impresionante vegetación y según los grandes escaladores una perfecta locación para practicar de su deporte.

En esta instancia le insistí a Marta que dejáramos las bicicletas atrás por unos días y que hiciéramos el simple pero hermoso trekking para llegar a “La Junta”, el base camp oficial del valle. Yo la ultima vez que fui habían 2 o 3 carpas y un gringo que había comprado un terreno en La Junta llamado Daniel. Cuando llegamos habían quizás 20 o 30 carpas, esto no me lo esperaba. Daniel nos recibió y hablamos con el, se acordaba de la vez que fuimos a explorar una cueva y le dije que gracias a el descubrí el slackline.
Daniel ha hecho en La Junta la infraestructura necesaria para acoger a este incremento de aventureros que también quieren asombrar se de este hermoso lugar. Hay baños secos para cagar (imagina te 50 huevones cagando entre los arboles), un techo para cocinar y llaves de agua para no limpiar los platos en el río. Todo hecho de tal manera para no perder la esencia que ha hecho gente como mi padre y Daniel volver vez tras vez para sentir la increíble energía de este lugar.

Aparte del sector del camping Daniel construyo con maderas caídas de los bosques locales un acogedor refugio. Tienen cerveza, pan y pizzas. Tienen desde la temporada pasada electricidad gracias a una micro hidro-eléctrica. Las duchas son calentadas a leña. El ambiente es muy amigable y familiar.

Marta y Yo subimos al Arco Iris desde La junta, una montaña de alrededor de 1400 msnm, es muy inclinada en la cual hay secciones que hay que subirlas sujetados a cuerdas, esto a Marta le dio miedo. Todo el camino hacia arriba se podían observar hermosas perspectivas de las rocas. llegamos a la cima.

Al llegar nuevamente a La Junta nos comimos una pizza y nos tomamos unas “Antillancas”la cerveza artesanal que tenían en el refugio. Dormimos muy bien esa noche. En la manana desarmamos campamento y regresamos a Cochamo para cruzar a Pocoihuen en un bote a remo de madera. Estábamos bien cansados, Teníamos agujetas en las piernas.

La verdad que las palabras no son capases de describir lo hermoso que es este lugar, esta altamente recomendado por nosotros, espero que las fotos los motive a hacer una excursión a este lugar que aun permanece como secreto. Aqui pueden encontrar mas información cochamo.com

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